¡Fortalecernos hace la diferencia!
“Nunca olvides, no importa cuán abrumadores parezcan ser los desafíos y problemas de la vida, que una persona puede marcar la diferencia en el mundo. De hecho, siempre es gracias a una persona que se producen todos los cambios que importan en el mundo. Así que sé esa única persona”. – R. Buckminster Fuller
Los tiempos están cambiando; negarlo es no ver lo que sucede en el mundo entero. Se está acabando el tiempo del crecimiento infinito en un planeta de recursos finitos. Sea que nos guste o no, está sucediendo. Y eso finalmente nos pone en un lugar incómodo, ya que lo desconocido nos asusta, nos hace sentir vulnerables, nos hace sentir fuera de control, nos rehusamos a lo desconocido. Poniendo esta idea en blanco y negro: estamos en un tiempo disruptivo, donde se acaba la vida de crecimiento infinito y aún no sabemos qué viene. Ya empezó. Lo viejo se está yendo, pero aún no ha llegado lo nuevo. Estamos en un momento de transición y con ello el miedo, la ira, la ansiedad están apoderándose de la sociedad. Si usted está en el grupo de personas que tiene estos sentimientos, significa que hay una brecha entre lo que usted sabe y lo que está haciendo. Mi invitación es a que actuemos, a que protejamos nuestro futuro.
Es por esto que quiero hablar de resiliencia. Según la RAE la resiliencia es “la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. Podríamos decir que es la capacidad de prepararnos para hacer frente a situaciones adversas. Y siempre tenemos opciones: podemos escoger no hacer nada y esperar a que sucedan las cosas e ir reaccionando en la medida en que lleguen, ó podemos prepararnos y aumentar nuestra capacidad de reacción a lo que venga y tener respuestas anticipadas, antes de que sea tarde.
Doy un ejemplo que muestra claramente de lo que hablo (video #4 del crash course de Chris Martenson; ejemplo para mostrar el crecimiento exponencial). Imaginemos el Estadio Yankee (capacidad 53 mil espectadores, altura máxima casi 40 metros), e imaginemos que a las cero horas del día ponemos una gota de agua en la mitad del estadio y que al minuto caen 2 gotas de agua, y al minuto siguiente 4 gotas, al minuto 3 caen 8 gotas y así sucesivamente. E imaginemos que usted está esposado en la parte alta del estadio. Ahora, la pregunta es: ¿cuánto tiempo tiene usted para escapar antes de que se llene el estadio?, ¿cuándo estará completamente lleno de agua el estadio?, ¿días, semanas, meses? La respuesta es: a las 0H 50 minutos el estadio estará repleto de agua. Pero, una pregunta más interesante aún: ¿a qué hora el estadio estará 93% vacío y cuántas personas serán conscientes de lo grave de la situación? La respuesta es impactante: a las 0H 45 minutos el estadio sólo tendrá 1.5 metros de agua, pero sólo tenemos menos de 5 minutos para no ahogarnos. Y lo peor, la gran mayoría de nosotros estaremos tranquilos creyendo que contamos con el tiempo suficiente para evacuar. Estamos viviendo ese momento. Tenemos el estadio 93% vacío y nos quedan 5 minutos para actuar y no ahogarnos.
A decir verdad, podemos hacer mucho para una vida más resiliente para nosotros y el mundo. Pero para ello es importante tomar conciencia de donde estamos, ya que sólo cuando somos conscientes de algo es que podemos buscar el cambio. Hay que tener nuestro mapa lo más claro posible y dibujar los monstruos que vemos, que nos acobardan, que nos paralizan. Creo importante que se debe tener muy claro que el tiempo de crecimiento infinito ya es pasado (lo cual es un alivio para el planeta; hemos prácticamente acabado todos sus recursos); y que llega una etapa en donde tenemos que entender que se puede vivir con menos cosas, pero con más valor intrínseco.
Debemos buscar alimentar todas nuestras formas de capital, ya que es ahí donde vamos fortaleciéndonos y, por consiguiente, construirnos como personas con más resiliencia. ¿Cuáles son las principales formas de capital? Tenemos:
- El Capital de Vida. Somos todos: animales, plantas, agua, nuestros cuerpos, nuestra salud. Estar saludables, fuertes, nos permite responder más rápida y eficazmente a situaciones complejas. Proteger toda forma de vida es fundamental para nuestro planeta, para nuestra vida, la de nuestros descendientes. Debemos entender que somos uno con el todo.
- El Capital Financiero, que se mide como nuestros activos financieros, ingresos y deudas. Fortalecer el capital financiero es importante ya que nos da la sensación de seguridad y capacidad de responder mejor en tiempos turbulentos. Ojalá tener terreno donde la naturaleza sea el actor principal; negocios productivos. En general, en tiempos de incertidumbre como éste, lo ideal es tener menos billetes (dinero) y tratar de salirse de la bolsa de valores antes de que ésta caiga, y cambiarlos por activos tangibles.
- El Capital Social¸ es decir, nuestras relaciones públicas y privadas. Tenemos que fortalecerlas, formar comunidad, ser una red de apoyo. Recordemos que somos seres sociales, que unidos podemos dar una mejor respuesta a situaciones adversas.
- El Capital Emocional y Espiritual, en otras palabras, nuestra capacidad personal para soportar golpes de la vida sin perder la calma y cordura, permaneciendo abiertos de corazón.
- El Capital de Conocimiento, que se mide en lo que sabemos y cómo lo aplicamos. Lo ideal es buscar una mente maestra, la cual está compuesta de varias mentes con diferentes campos de conocimiento.
- Y el Capital de Tiempo. Este capital habla de devolver el propósito a nuestras vidas. Respetando nuestro tiempo, pueden regresar a nuestra vida el sentido del momento presente y lo sagrado, que hoy por hoy están olvidados, pues vivimos colmados de actividades que no tienen mucho significado.
Tener sentimientos de zozobra e insatisfacción significa que estamos despiertos, que vemos lo que está sucediendo; nombrar estos sentimientos sin miedo significa que no nos pueden paralizar. Convirtámoslos en combustible para aumentar nuestra resiliencia.
¿Y si no pasa nada, y todo continúa igual? Ojalá este fuera el escenario más probable. Sin embargo, en cualquier caso, estar preparados nos permite tomar mejores decisiones para nuestro futuro.